Y yo nunca me imaginé que eso era Violencia Doméstica..

«Expresando mi amor y sentimientos a mis seres queridos, fortalezco mi relación con ellos».

En el mes de Octubre, además de la prevención del cáncer de mama, también nos enfocamos en la concientización sobre la violencia doméstica.

Cuando hablamos de violencia doméstica, estamos hablando de un problema social que afecta a personas de cualquier edad, género, raza, religión y nivel socioeconómico, que viola la integridad, seguridad física y dignidad del individuo.

Y viene a mi memoria un caso de una cliente que en sus sesiones de coaching, me contaba sobre la situación con su pareja que le hacía sentir muy mal y con muy baja autoestima, pero ella nunca pensó, que estaba siendo víctima de ese gran flagelo social que atacaba su integridad física, emocional y mental.

“Cuando no me ignoraba y me hacía sentir como una inútil, optaba por gritarme y decirme que no servía para nada. Si no aceptaba estar con él en la cama y tener relaciones sexuales, me obligaba; y si se molestaba conmigo, me culpaba de que tenía otro hombre o de que era una prostituta, entonces la pagaba con nuestros hijos… pero a pesar de todo eso, yo nunca me imaginé que esto era violencia doméstica”

Como ella, miles y miles de hombres y mujeres sufren diariamente el maltrato físico y emocional de su pareja. Las estadísticas oficiales hablan que al menos un 50% de todas las mujeres en EEUU han experimentado agresión física y emocional por parte de su pareja y 1 de cada 4 será víctima de algún tipo de abuso físico, sexual o sicológico, mientras que 1 de cada 7 hombres corre la misma suerte.

Lo más triste de todo esto es, que las mujeres que sufren de golpes y maltratos dicen que no reportan el problema porque tienen la esperanza de que su pareja algún día cambie. Y lo que no saben estas mujeres, es que aceptar y pasar desapercibido este comportamiento esperando el cambio, lo que hace es fortalecerlo y entonces el hombre se convence, de que es así como debe tratarla porque ella lo acepta.

Y la violencia doméstica no sólo viene de parte de la pareja, también viene de parte del padre, la madre, los hermanos o algún familiar. Recuerdo cuando daba clases en el Centro de Recursos para la Mujer en Phoenix, mientras facilitaba un programa de 10 semanas sobre el Proyecto Internacional de Autoestima, en la tercera semana que trabajábamos el perdón, una de las participantes al finalizar una dinámica de liberación y perdón llorando me dijo: «Yo no quiero perdonarla, yo no puedo perdonarla, lloraba mucho y entonces le pregunté: ¿A quién? y me contestó: -a mi madre-» y en ese momento mi corazón se arrugó al ser testigo de una historia de quién sabe cuántas niñas a muy temprana edad, quienes han sufrido al igual que esa mujer en su niñez.

Una triste historia de una madre soltera, también víctima del maltrato y el irrespeto, sin educación y conciencia suficiente como para pensar en la carga y responsabilidad que representaba tener 8 hijos y, obligadamente tener que salir a buscar el sustento diario, por no tener el apoyo, dejaba a su hija mayor de 10 años cuidando a sus hermanos pequeños, además esta niña, debía cocinar, limpiar, alimentarlos y, adicionalmente tenía que lavar la ropa y planchar. Pero cuando la madre llegaba en la noche y la niña no había terminado los quehaceres del hogar, recibía el castigo de su madre pegándole la plancha caliente en la espalda, como manera de hacerla culpable y consciente de sus obligaciones para que no se le olvidaran. Esa niña nunca habló, hasta tener casi 40 años de edad, en ese taller, donde por primera vez pudo expresarlo sin miedo, aunque con mucho llanto y dolor.

Y pensando en estos dos casos y muchos otros que he podido escuchar y de los cuales he sido testigo, me hago la pregunta ¿Cuál es la responsabilidad que tienen los padres cuando traen al mundo a sus hijos?

Y es definitivamente imperante que nos aboquemos a educar y concientizar sobre el tema, a apoyar a muchos de esos padres a sanar sus propias historias y memorias personales, a aceptarlas, porque a veces hay que ver lo que pasó, traerlo a la luz y simplemente seguir adelante y hacerlo diferente con los hijos. Porque cuando los padres no tienen resueltos sus propios problemas y situaciones de la infancia, todo ese dolor y rabia, se lo transmiten inconscientemente a los hijos, creando un círculo interminable de dolor, castigo, culpa y maltrato, que la mayoría de las veces ni siquiera saben las causas.

Es tiempo ya de que nos hagamos responsables de acabar con este horrible mal que vive la humanidad y podamos tener derechos como seres humanos de ser amados, respetados, valorados y protegidos por nuestros seres queridos, en vez de ser maltratados y abusados.

Para reportar algún tipo de abuso, puede llamar a esta línea gratuita (1-800-ABUSE) para recibir ayuda en todo el territorio de USA.

También pueden conseguir más información sobre educación y prevención: www.nrcdv.org quienes ofrecen una gran variedad de herramientas e ideas para apoyar a la comunidad.

Se parte activa en la educación y ayúdame a compartir esta información.

Amor y Luz

María Alejandra Celis

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La Misión de los Padres en la Vida de sus Hijos

Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen.
Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas viven en la casa del mañanaque no puedes visitar ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti  porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual, tus hijos como flechas vivas son lanzados. Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad. 
-Kahlil Gibran-

Este famoso poema del escritor Kahlil Gibran expresa de forma magnífica una perspectiva de la misión de los padres en la vida de sus hijos.

Hoy reflexionaré sobre la importancia de que los padres “respalden” a sus hijos y los hijos “tomen” a sus padres.

Para mi ha sido prioridad y mi mayor enfoque darle a mis hijos la fuerza y el respaldo necesarios para caminar por la vida e ir tras sus sueños. Hasta que ha llegado el momento en que se han convertido en adultos y alcanzan sus primeros objetivos que son, el enfoque en el estudio, descubrir sus talentos y habilidades, para que a través de su pasión por lo que hacen experimenten una vida profesional que cumpla con sus ideales y propósitos.

Pero la vida de ellos no queda allí, es cuando alcanzan el término de sus estudios y su preparación académica superior, cuando comienzan su propio camino de nuevos retos y futuras oportunidades para obtener su autonomía y madurar como personas. Todo esto, va a ser posible y mucho más fácil, si tienen el respaldo emocional y familiar de sus progenitores.

Los padres somos vistos por los hijos de diversas maneras de acuerdo a su edad o etapa de madurez. Nos ven como dioses omnipotentes cuando están pequeños y somos su modelo a seguir. En su etapa de adolescentes, somos más bien una figura de autoridad con mucho poder que les molesta y a la cual quieren retar para ganar un poco de poder en la relación, muchas veces luchando en contra de nosotros.

Ya cuando se hacen adultos, poco a poco comienzan a darse cuenta que de lado y lado todos tenemos nuestra historia de vida, pudiendo entonces entender nuestros actos y carácter no solo como padres, sino también como simples seres humanos con nuestras virtudes y nuestros defectos, aciertos y errores, y así, la necesidad de ellos de juzgarnos, se va disipando poco a poco.

Sin embargo, ‘tomar a los padres’ sucede en todas las diferentes edades de la persona y puede ser un acto que los integra a la vida y los sana para ir tras sueños.

Muchas veces, los hijos no reciben de sus padres todo lo que necesitan en la edad temprana, lo que hace que puedan sentir algún resentimiento, o simplemente el niño interno queda siempre herido, lo cual debilita el avance hacia el logro de los sueños y pudieran verse truncados en el futuro. Por eso es tan importante “tomar a los padres” y los padres “respaldar” a los hijos, para que sientan la seguridad de dar pasos hacia delante sabiendo que detrás de ellos están sus padres que les dan el soporte necesario para avanzar.

Los padres le dan la vida a sus hijos y este es el acto de mayor amor, no hace falta agregar ni restar nada. Cuando los hijos “toman la vida” tal y como se les da, sin querer omitir ni eliminar nada, eso es un orden del amor.

Cuando los hijos asienten a sus padres tal cual como son, afirman su propia vida que viene de ellos. Así al sintonizar con la vida pueden llevar adelante su desarrollo con todas sus potencialidades y en el futuro, podrán traspasar a sus hijos lo que ellos tomaron de nosotros sus padres.

Tomando al padre y a la madre tal y como son, nuestros hijos participan en un proceso curativo. Si alguno de los padres queda excluido ellos estarán a medias y siempre sentirán la falta. Si piensan que tomándonos en la totalidad asimilarán lo negativo nuestro, pueden ellos sin embargo, perder lo bueno de nosotros y se les hará más difícil encontrar su propia identidad quedando unidos en el reproche infantil.

En vez de quedarse ligados a lo que no recibieron, los hijos deben finalizar con el reclamo de «me han dado muy poco, o lo que me dieron y en la forma que me lo dieron ha sido equivocado». Cuando esto sucede los hijos ponen en orden el lugar donde van sus padres. Los toman, los tienen detrás, toman sus fuerzas y pueden avanzar y emprender un nuevo camino hacia una vida plena y feliz.

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Mujeres… Quiénes somos?

Un reflejo de la inteligencia divina que nos dio el regalo más preciado, al dotarnos del privilegio de extender el regalo de la vida a otro ser humano.

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Somos esa fuerza de amor que nutre, da cobijo y alimento, con cariño y devoción que vienen desde adentro. Somos equilibrio y armonía compartiendo y cooperando en paz, mientras repartimos alegría al saber que somos piezas claves del bienestar de la familia.

Somos serenidad y sabiduría cuando con honda y gentil paciencia nos mantenemos fuertes en momentos de tempestad y trascendencia.

Somos eso, mujeres, diosas, madres, hijas, hermanas, abuelas, tías, maestras, MUJERES…

Honro a todas las mujeres que me precedieron. De cada una llevo en mi corazón un pedazo de historia, de vida y de sustento.

Reconozco su trabajo, su entrega, su amor, sufrimiento, y hoy les pido me bendigan para seguir avanzando, evolucionando y trascendiendo; liberándome de las historias que ya quedaron atrás, y al hacerlo diferente, no sólo me libero sino que honro sus vidas y todo el sacrificio que hicieron, así como el amor que compartieron para fortalecer a la familia.

Feliz Día de la Mujer, para todas nosotras MUJERES!

María Alejandra Celis Yanes (MACY)

@CoachingByMacy

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La Hermandad de las Amigas, un regalo invaluable

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La vida está llena de sorpresas, de caminos colmados de subidas y bajadas. A veces pasamos por momentos donde estamos sensibles, preocupadas, estresadas, con incertidumbre y falta de claridad, en muchos de esos momentos no sabemos qué hacer, si callar, escondernos, hablar, buscar apoyo o simplemente “hacernos las locas” a ver si todo pasa y sin mayor problema, podemos seguir adelante sin que nadie -ni nosotras- se de cuenta.

En ocasiones necesitamos aportes y soluciones a algunos de nuestros problemas pero no sabemos a quién recurrir. Por esa razón comparto contigo este artículo, porque he encontrado que cuando abro mi corazón a mis amigas en la búsqueda de nuevas ideas y soluciones, tengo la posibilidad de ampliar los límites de mi conciencia y me da la oportunidad de confirmar que en ellas, algunas de la infancia, otras compañeras de estudio, muchas cómplices de viaje en mi evolución, he podido encontrar la palabra, el abrazo, el sostén, o el empujón necesarios para ver con claridad mi vida y seguir adelante.

Una buena amiga, de esas con las cuales tienes lazos de hermandad, te sabrá escuchar y por tanto te hará exponerte a cosas que pueden estirar los límites de tu imaginación, te hará reflexionar más profundamente sobre el significado de tu vida, quizás te saque de tu zona de confort, pero te aseguro que podría llevarte a una mayor comprensión de tu mundo y cómo sacar el mejor provecho de ese mundo para ti.

Cuando me siento a contemplar con quién cuento en tiempos donde se que necesito pedir apoyo, busco primero en mis amigas, esas con quienes tengo lazos profundos de hermandad, en quienes confío, esas que no me juzgan ni me critican, al contrario me escuchan y me entienden y se interesan por conocer con más profundidad eso que me pasa, para que juntas, podamos dirigir los recursos disponibles, que me puedan dar una comprensión más genuina de mi propósito de vida.

Pero esto es mucho mas valioso y significativo, cuando aún sin llamarlas, aparecen de la nada, a través de una llamada o un mensaje, recordándonos “aquí estoy”, se que me necesitas y estoy dispuesta a ayudarte y, permanecer contigo para buscar soluciones y mejor aún, “reírnos juntas”.

Cuando alimentamos este maravilloso vínculo de la “hermandad entre amigas” estamos creando equilibrio en nuestras vidas, y a la vez nos liberamos tanto mental como espiritualmente para explorar sin reservas, las incógnitas de la vida más detenidamente.

Acércate a esas amigas, llámalas, hazles saber que son importantes para ti, que estás allí para ellas y que en ocasiones necesitas que ellas estén allí para ti. Te invito a reflexionar de manera consciente la relación actual con tus amigas, esas que siempre ves y aquellas que quizás sabes que están pero nunca contactas.

Y para apoyarte en esa reflexión te dejo con dos preguntas, y me encantaría compartieras tus respuestas si te sientes guiada a hacerlo.

– ¿Qué significa “hermandad entre amigas” para ti?

– ¿Sientes que tu vida sería diferente si cultivas conexiones más fuertes con esas mujeres que consideras amigas?

Te abrazo desde mi alma, y quizás tú que estás leyendo este mensaje estás entre mi grupo de “amigas-hermanas” en quien confío infinitamente y de quien he recibido amor y apoyo incondicional.

Con mi corazón lleno de luz,

María Alejandra Celis

@coachingbymacy

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Life & Spiritual Coach

Celebrar el Espíritu de Navidad

IMG_7132Esta época de fiestas de fin de año, celebraciones, encuentros y amistad, es un período especial para dedicarnos a celebrar el Espíritu de la Navidad.

Cuando llega Diciembre hay una energía distinta, de alegría, unión, buenos deseos y paz. A la mayoría de las personas les gusta adornar sus casas, decorar un pino y ponerlo en un lugar especial del hogar; prender velas, luces e inciensos, colocar aromas y cocinar platos típicos o preferidos por la familia. En las diferentes culturas, creencias religiosas, tradiciones ancestrales y también en la astrología, este mes contiene muchos eventos relevantes propios de la época.

Sin embargo, en estos tiempos también, es cuando experimentamos un sinfín de memorias de los seres queridos que se han marchado, o sentimos la ausencia de familiares y amigos que están lejos, y que no podemos ver por diversas causas. Incluso, cuando se está terminando el año, recordamos situaciones difíciles o adversas que hemos enfrentado y no hemos resuelto aún;  muchos ni siquiera sienten la alegría y el espíritu de júbilo de estos días, porque están experimentando tristeza, dolor o soledad.

Es por ello que en este último mes del año, debemos detenernos a pensar en los demás y tener empatía hacia el prójimo, enfocando nuestros pensamientos, intenciones y acciones de una manera especial; siendo una linterna, una lámpara o un faro que comparta su luz, para alumbrar esos espacios de oscuridad en aquellos más necesitados, convirtiéndonos todos en hombres y mujeres de buena voluntad.

Celebrar el Espíritu de la Navidad, es para mi ese tiempo de conciencia donde se unen la energía de la Gratitud y el Compartir para pedir deseos, repartir sonrisas, irradiar luz y expresar las mejores intenciones, para dar y recibir un mensaje de Amor y  Paz a la humanidad. Se anuncia la llegada de Jesucristo El Salvador, el milagro del nacimiento de Dios hecho hombre, el renacimiento y el triunfo de la luz sobre la oscuridad, que comienza el día 21 de Diciembre con el Solsticio de Invierno, un momento que anuncia que la Primavera llegará pronto.

Vivir con Espíritu de Navidad es recordar que existe un pensamiento colectivo que ejerce una gran influencia en las personas y, que si ese pensamiento surge de seres llenos de bondad y amor, se convierte en un gran regalo para nuestros semejantes.

Brindando Aceptación reconocemos y respetamos las diferencias, de esta manera abrimos los caminos para la Integración, lo cual provocará sentimientos positivos, creará lazos de amistad y dará un sentido de protección colectiva entre las personas.

Sin importar las creencias religiosas, las inclinaciones políticas, la diferencia entre géneros, razas y clases sociales, celebremos el Espíritu de la Navidad y regalémonos este fin de año paz, amor, unión, compasión, fraternidad, esperanza, prosperidad, armonía y salud, y logremos el bienestar físico, emocional y espiritual de toda la humanidad.

Maria Alejandra Celis Yanes (MACY)

Arco Iris: un símbolo de abundancia, felicidad y vida.

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Desde que era muy pequeña me encantaba ver un Arco Iris, era tan importante para mí, que cuando un Arco Iris aparecía en el firmamento, yo pasaba todo el tiempo que durara plasmado en el cielo viéndolo y contando sus colores.

Para mí es muy importante la conexión con la naturaleza, observar el mar, el cielo, las nubes, las estrellas, pero sobretodo disfrutar las escasas apariciones de un Arco Iris, porque siempre he sentido que trae un mensaje muy especial.

Recientemente y en las dos únicas ocasiones que he tenido la oportunidad de estar manejando al lado de mi querida amiga Felicia de Marín, hemos sido testigos de la aparición de un Arco Iris brillante y vibrante frente a nosotras. El primero era muy grande y ancho; el segundo que nos sorprendió, pudimos verlo completo de punta a punta y adicional había un Doble Arco Iris.

Emocionada por la energía y por intuir que detrás de ese Arco Iris habían grandes mensajes, llegué a mi casa y me dediqué a leer e investigar un poco más sobre su significado, pero sobretodo quise saber en esta ocasión última, qué mensaje traía un Doble Arco Iris al aparecer en el medio del camino de dos amigas que decidieron acompañarse en la vida.

Estos son los aspectos que me parecieron interesantes y llamaron mi atención:

1. El primer aspecto es que un Arco Iris está relacionado con algo positivo, algo que viene en camino y que llena de luz tu vida. Representa buena influencia, positivismo, alegría, fuerza y entusiasmo.

En mi caso es imposible toparme frente un Arco Iris y no emocionarme, es tanto que en esta segunda ocasión, aproveché que no venía carro y me paré en el medio de la carretera para tomar fotos, porque mi alegría era tan grande que era impensable no parar.

2. Por otro lado, un Arco Iris me conecta con la grandeza de Dios, me inspira a recibir a un Dios lleno de colores, que quiere que seamos felices. Me recuerda que entre Dios y yo sólo hay un gran puente de oportunidades y me reconfirma que somos aliados, que El siempre va estar en mi recordándome estar alegre y vivir bien.

3. Aprendí en mi investigación, que para las culturas indígenas la aparición de un Arco Iris es un símbolo de cambio, de nuevos comienzos y posibilidades. Para ellos el Arco Iris era un espíritu benefactor. Su presencia es símbolo de un inicio hacia un camino luminoso y vibrante, una señal positiva, un buen augurio, portador de felicidad y vida.

Y haciendo honor a la hija mayor de Felicia llamada Walkiria, también conseguí:

4. Que un Arco Iris era utilizado por las Walkyrias, vírgenes guerreras e hijas predilectas de Odín, para descender a la Tierra montadas en sus caballos alados, en dirección a los campos de batalla, de donde volvían de nuevo al Walhalla siguiendo la senda del Arco Iris, llevando con ellas el alma de los guerreros muertos con honor en la batallas.

5. También desde pequeña escuché que al final de un Arco Iris había un tesoro lleno de riquezas y descubrí que entre los celtas el Arco Iris era un símbolo mágico dispensador de tesoros y riquezas o un fantástico puente luminoso que permite acceder al mundo de los Dioses.

6. Para los griegos el Arco Iris está representado por la Diosa Iris que era la encargada de hacer llegar a la tierra los mensajes de los Dioses.

Mi conclusión es que sea cual sea la creencia, la cultura o la época, ver un Arco Iris siempre ha sido un símbolo positivo, porque es considerado como el mensajero de una nueva etapa favorable, emisario de acontecimientos transcendentes, símbolo de felicidad y vida.

¿Me Duele la Muerte?

El lapso entre la vida y la muerte puede ser tan rápido y repentino como un soplo de viento que apaga una vela. Pero la vela no sufre después de que llega la oscuridad. Es la persona que queda en el cuarto oscuro que anda a tientas y tropieza. ~Helen Duke Fike~

Los últimos meses han estado cargados de noticias de gente que se ha ido de este plano terrenal. Siempre que veo la muerte de cerca, no puedo dejar de conectarme con esas familias que pasan por lo mismo que yo pasé en varias ocasiones en un mismo año, hace ya más de 24 meses.

Momentos parecidos, como el que hace más de un mes tuve que presenciar en el edificio de un amigo al conseguirlo todo rodeado y bloqueado por policías y ambulancias, y enterarnos al llegar al lobby que diez minutos antes, una joven de 25 años había decidido quitarse la vida lanzándose por el balcón.

Otros eventos como la muerte de Augusto, el compañero de alma y vida de mi guerrera amiga Tula; la partida de Diego, papá de unos grandes amigos de nuestra familia; la de Trina, querida amiga y esposa de uno de los compañeros de estudio y juventud de mi papá; la partida inesperada y dolorosa de “Gabo” el estilista valenciano, a quien conocí hace más de 30 años; el día final del “Chino” un ser muy especial amigo de mi hija, quien sonriendo hasta el último día, no pudo ganarle al cáncer; la arremetida de una enfermedad terminal al padre de mi cómplice y amiga del alma Yesenia; la muerte de la madre de Humberto y suegra de mi querida Mirna y ahora, apenas ayer, con la noticia de la silenciosa y súbita muerte del “gordo” Gustavo García, el esposo de mi comadre-hermana Mariuxi, producto de un infarto fulminante.

A veces mueren otras cosas y personas pero de otra manera, muchas de ellas sin explicación, y eso también me lleva a reflexionar sobre el proceso de duelo que se transita, cuando todos estos eventos suceden. Y así, tengo algunos días conectada con el tema de la muerte, del dolor no expresado, de esas pérdidas y separaciones inesperadas, sin aviso, que nos trastocan la vida, y nos dejan sin entender algunas cosas por algún o mucho tiempo.

Tanto es la fuerza del tópico y el llamado que está haciendo en mi interior para revisarlo, que retomé la lectura de dos libros sobre el tema. El primero “Love Never Ends” (el amor nunca termina) escrito por mi mentora, maestra espiritual y amiga Sunny Dawn Johnston; y el segundo, “Déjalos Ir con Amor” de Nancy O’Connor, el cual tuve en mis manos “causalmente” en diciembre del año 2011, para “prepararme en el tema” aunque en ese momento me preguntaba una y otra vez, por qué estaba leyendo ese libro y no encontraba respuesta, pero en el 2013 pasados algunos meses comencé a entenderlo y, hace pocos días, que quise recomendárselo a la madre del “Chino” lo conseguí disponible en Amazon y mejor noticia, para descargarlo gratuitamente, aquí comparto el link http://www.amazon.com/Dejalos-Con-Amor-Aceptacion-Spanish ebook/dp/B00C0GBVPU/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1444876122&sr=8-1&keywords=dejalos+ir+con+amor

¿Qué quiero con este escrito? 

Compartir mi sentir y dejar ver lo natural de que todos pasamos por momentos de duelo y de tristeza cuando enfrentamos la separación de un ser amado, y pienso que hay que quitarle ese misterio que recubre el hablar de ello, y hacerlo sin miedo, con apertura, dejando aflorar los sentimientos, permitiéndonos sentir ese hueco en el pecho, ese dolor en el corazón y dejar salir cuantas lágrimas sean necesarias y nos permitan mitigar ese tormento, que se siente en medio del proceso de despedida y de aceptación de esa nueva realidad.

¿Qué he entendido por mi propia experiencia?

Que pocos estamos preparados para enfrentar el dolor intolerable que causa una pérdida y que sentimos un gran desconcierto por encontrarnos en un territorio totalmente desconocido y más aún, cuando son muertes trágicas e inesperadas.

Que el duelo es un proceso, que el dolor por la pérdida y la separación es genuino y humano a la vez, que aunque nos pidan tener fortaleza y queramos tenerla, también es permitido caer y dejarse desplomar cuando nuestras emociones de tristeza, dolor, desconsuelo y desolación aparecen.

Que a veces sentimos que nos vamos a volver locos y el dolor es tan intenso que pensamos que no lo vamos a poder soportar y por eso lo bloqueamos. Pero como todo proceso, tiene su tiempo de maduración y hay que permitirle que se exprese y se desarrolle para el bien emocional, mental y físico de quienes lo sufrimos.

Que debemos aprender a pedir apoyo, a gente que nos ame sin juzgarnos, en quien confiemos. Podemos pedir oración y soporte, que nos ayuden a alimentarnos, a vestirnos, a cuidar de nuestras necesidades básicas, porque en esos momentos muchas veces no tenemos fuerzas para hacer mucho más.

Pero… ¿pedir apoyo a quién? A quien no nos quiera quitar el dolor de vivir el momento, sino a aquel que esté ahí a nuestro lado sin pedir nada, sólo ofreciendo su presencia, energía y amor para saber esperar en silencio, el paso del tiempo que sea necesario, mientras nos observa con compasión y en oración, sentir lo que hay que sentir para sanar y sobrellevar el proceso.

¿Por qué es importante “sentir” y no bloquear lo que sentimos?

Cuando no nos permitimos sentir a fondo lo que nos duele, lo que nos da rabia porque no entendemos, lo que nos hace sentir solos porque ya no los vamos a ver más en el mundo físico, o lo que nos deja llenos de incertidumbre por eso que nunca se habló, y en muchos casos no hubo tiempo de explicar o aclarar, entonces, bloqueamos un proceso necesario y natural que hay que vivir.

Lo ideal es expresarlo todo, sin temor a la crítica, al que dirán, a la vergüenza o al miedo de que nos juzguen por ser gente de poca fe. Que no nos preocupe sentir pena por dejarnos ver vulnerables o débiles ante la gente que se acerca y viene a consolarnos, ni queramos controlar eso que sentimos para mantenernos “fuertes” ante una familia que nos necesita. Y no dejar pasar los días, y querer reponerte rápido porque hay que seguir, hay que hacer, hay que resolver, y el duelo se va quedando atrapado, escondido, hasta que en el tiempo menos esperado, cualquier cosa dolorosa que suceda, que nos remueva los sentimientos, nos recuerde que hay un gigante dormido que hay que atender y dejar salir.

Es muy frecuente también, que nos enfermemos recurrentemente, vivir con procesos de gripe, infecciones pulmonares o sinusitis, que no se curan nunca, porque el cuerpo físico necesita drenar y botar todas esas lágrimas que se dejaron secar dentro del pecho por no ser expresadas, y en ocasiones, nos da tanto miedo llorar y permitir que se nos desgarre el corazón, que entonces comenzamos a sufrir de tensión alta, falta de sueño, dolores de cabeza o migrañas, pasando en ocasiones por procesos de ansiedad o ataques de pánico, todo lo anterior relacionado a las etapas de un duelo, que puede haber sido truncado y no permitido fluir de manera natural.

El duelo es un proceso de vida, a veces sentiremos y es absolutamente normal, la réplica de la pérdida, pero esto cambia con los años y también nos cambia como personas, influyendo lo que somos en el presente y lo que podemos llegar a ser en el futuro. La persona nunca se olvida sólo aprendemos a vivir sin ella de manera física.

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Por eso, quiero terminar compartiendo algo que ha escrito Sunny Dawn Johnston   http://sunnydawnjohnston.com/books/ en su libro y en sus mensajes sobre el tema y con lo que estoy completamente de acuerdo y se resume en lo siguiente:

– Nuestros seres queridos aunque se han ido físicamente, todavía están con nosotros. Ellos nunca se van.

– Tenemos que aprender a concentrarnos en su presencia, no en su ausencia.

– Tenemos la oportunidad de elegir donde centramos nuestra atención y entender que Dios, el Universo, la inteligencia universal, como tú le llames, siempre está trabajando para nuestro mayor bien. Todo sucede por una razón … Todo.

– Confía en el proceso espiritual de tus seres queridos.

– Todas las cosas que suceden, realmente están sucediendo para nosotros y nuestra expansión… no a nosotros.

– El contraste y las cosas difíciles de la vida, es lo que nos hace crecer y expandirnos a una mejor vida.

-Siempre hay algo hermoso que ver, si estamos dispuestos a mirar.

“LA MUERTE NO ES EL FINAL, ES UN COMIENZO”

Te envío todo el amor y la luz al transitar tu propio viaje, quizás a veces tranquilo y sosegado, otras veces angustiante y desordenado. La vida siempre tiene contrastes, matices, no hay nada estático, y nada es para siempre. Todo pasa y esto, también pasará. Recuerda, y es lo que me da fuerza y fe para continuar, que con gratitud, tenemos la oportunidad de ver la adversidad como oportunidad y de apreciar lo que tenemos en vez de quejarnos y lamentarnos por lo que nos falta.

Mil bendiciones y todo el amor para cada uno de ustedes … y siempre recuerden, el amor nunca termina … sólo cambia de forma! Y si estás atento verás las diversas formas en que aparecen nuestros seres queridos y con cuánta frecuencia.

Los abrazo desde mi alma con un corazón lleno de amor y luz.

Maria Alejandra Celis Yanes

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